Neo colonialismo

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El Rey Caballo

El colonialismo es un fenómeno reiterado a lo largo de la historia de los pueblos y las civilizaciones, vinculado con el imperialismo, con el que suele identificarse.

Los imperios, sus colonias y sus naciones sometidas, se han dado en todas las épocas y en todas las grandes corrientes civilizadoras, las occidentales (europeas y americanas), las asiáticas, las amerindias y las africanas.

Empiezo a vislumbrar un estremecedor asomo de neo colonialismo en la estrategia de la Unión Europea con respecto a los países considerados “cerdos” (pigs) y ahora llamados “periféricos”.

Esta sensación me hace rectificar de plano una percepción que he manifestado en anteriores comentarios en esta bitácora: que Grecia sería expulsada del euro y que le seguirían Portugal, España y acaso Italia.

Ahora pienso lo contrario, aunque por parecidas razones. Y no pretendo hacer una paradoja. Al núcleo duro de la Unión Europea, en concreto a Alemania, no le interesa que las “economías periféricas” sean expulsadas del euro. De hecho, las maniobras y presiones que se ejercen sobre los gobiernos “cerdos” están concebidas para mantener la moneda única. El gran artilugio de Alemania (que Francia de momento apoya, falta de un argumento propio y mejor) es intervenir los órganos de decisión política y económica de los países considerados rebeldes y derrochadores. Esto es lo mismo que eliminar la soberanía nacional de estos países. Se les impone un programa económico inexcusable, y se les envían inspectores con poderes ejecutivos (ocultos públicamente).

¿Qué diferencia hay entre esta forma de gestión política y económica y los procónsules o los gobernadores de las grandes metrópolis sobre los pueblos sometidos o colonias?

El principal problema de cualquier gobierno griego, español o portugués, sea cual sea su definición ideológica, no es reducir y acabar con la deuda, implantar un marco de relaciones laborales más adecuado (¿adecuado a qué?), propiciar la recuperación económica. El principal problema es conservar su autoridad, su soberanía.

Algo que no quieren o no saben reconocer.

Hay imperialismos depredadores e imperialismos generadores. Acaso el que se está forjando en Europa sea de los segundos, ante la imposibilidad física, política, de explotar indecentemente a los pueblos mediterráneos (incluido Portugal). Pero Alemania se encuentra con un doble obstáculo: Francia y Gran Bretaña. La segunda, además, tiene la ventaja de conservar su propia moneda, y por tanto con un margen mayor de maniobra.

Una regla básica de los imperios (en realidad de todo Estado nacional o multinacional) es imponer leyes y monedas únicas para garantizar los mecanismos de dominación y gobierno. ¿Se someterá Francia a la potencia Alemana? ¿Terminará Gran Bretaña saliéndose de la Unión Europea?

A este avispero de intereses hay que añadir los de China y los Estados Unidos, implantados en todos los rincones de Europa. La madeja de conflictos políticos y económicos se complica, pero no tardará mucho en aclararse, porque el Sistema está a punto de paralizarse por sus propias limitaciones políticas y financieras.

A mi entender, lo mejor que podía hacer España (y Grecia, Portugal, Italia, Irlanda y algunos otros países “periféricos”), si sus políticos fueran listos y valientes, es salirse voluntariamente del euro e incluso intentar formar otra Unión.

No creo que ocurra. De lo que se deduce que vamos a entrar en una época de turbulencias no sólo económicas sino políticas. Será curioso ver cómo reaccionan determinadas fuerzas centrífugas, como las de ciertos políticos catalanes, vascos, escoceses, et alia ante este revuelto mar.

De momento nos tendremos que resignar a ganar menos y a gastar menos, algo que redundará en una bajada de precios, aspectos que son uno de los objetivos de la estrategia de Alemania sobre sus pretendidas colonias, nosotros, los “cerdos” y otras naciones constituidas, pero cada vez con menor soberanía, como Polonia, Austria y su antiguo imperio, el Benelux y Dinamarca.

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