Conspiración

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La teoría de la conspiración es uno de los argumentos más comerciales (populares) en los medios de comunicación. Además, está bien vista por todo el espectro político, inclinado a ver intrigas en todo aquello que perjudique la causa propia.

La supuesta crisis económica que corroe el planeta es un vivero de teorías de la conspiración. Todas ellas inspiradas por los medios, en especial por el más global de todos, Internet.

El grupo Bilderberg, el Club de Davos, los Illuminati y el G-20 se nos muestran con el rasgo común de la opacidad, tras la que se esconden turbios manejos. Conviven estas ideas junto a la del motor de agua y el de hidrógeno para el automóvil, la de los medicamentos contra el cáncer, el sida y otras epidemias, y la del complot de poderes sin identificar para vender armas a quien peor uso puede hacer de ellas, para poder luego machacarlos con nuevas armas más sofisticadas.

He calificado a la crisis económica de supuesta, luego no me libro de la teoría de la conspiración.

No realmente, porque yo no creo que haya ninguna conspiración de poderes locales ni planetarios. Simplemente entiendo que hemos llegado a un momento crítico en la evolución política de las naciones de los cinco continentes. Se está intentando resolver económicamente, pero no se llega a ningún remedio porque prevalecen fuertes intereses particulares que perjudican a intereses más débiles que no quieren renunciar a su voz.

Me llama en especial la atención el asunto de los países cerdos, los PIGS, Portugal, Irlanda, Grecia y España. No sé quién tuvo la ocurrencia de reunirlos e identificarlos así, pero sospecho que la idea proviene de Centroeuropa o de Gran Bretaña, de los ricos.

La idea es que los cerdos somos una pandilla de haraganes, de pródigos, de mendigos, de incapaces, de indisciplinados, und so weiter.

Tópicos, sí, pero ¿no es el tópico la materia prima de la información escandalosa, de la demagogia?

Sería absurdo que resucitáramos el nazismo ingénito y la cuadriculación mental de los germanos, el furioso chovinismo galo, la astucia amoral británica. Pues si los cerdos nos guardamos de insultar a los laboriosos animales del zoo nórdico, ¿por qué los políticos de allí arriba han decidido que nos hemos equivocado nosotros? ¿No será que ellos han errado al plantear una Unión Europea inviable? ¿Acaso era pura generosidad la que les movió a meter a Grecia, España, Portugal e Irlanda en el euro?

La crisis es política. Y un continente en manos de burócratas y de demagogos de baja intensidad no puede avanzar.

Permítaseme que me solidarice con los griegos, con los portugueses, con los irlandeses, y que llame a la reflexión (una forma de rebelarse) a los británicos, franceses, alemanes, italianos, etc de mi condición. Ya vale de considerarnos cerdos. Ellos no son ningunos leones, sino unos indocumentados incapaces de levantar una nueva sociedad. ¡Que se vayan ellos, leñe!

Un comentario sobre “Conspiración

    oliverrock respondido:
    11/05/2011 en 10:34

    Véase esta noticia, y se comprobará que hay algo más que buenas intenciones en señalarnos con el dedo como uno de los PIGS de Europa.
    http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/bancos-suiza-cajas-desconfianza-20110511-78499.html

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